3.3.12

ROLES DE GÉNERO.

La publicidad nos ofrece productos, pero también modelos de actitudes, estilos de vida e imágenes paradigmáticas que en muchos casos orientan los deseos y las conductas colectivas.  El problema reside en que las imágenes ideales publicitarias continúan representando a la mujer, de manera abrumadora,  en roles estereotipados y limitantes.

Según la publicidad, las tareas domésticas, la alimentación, la limpieza y el cuidado de los demás en la esfera privada del hogar son los campos de actuación indiscutibles y exclusivos de las mujeres. Otro lugar común de la publicidad es representar a la mujer como un objeto sexual, como accesorio erótico; o frívola, consumista y desesperadamente pendiente de su imagen.


Estos roles se promocionaN en las narrativas publicitarias como algo natural, deseable y hasta socialmente valioso. Mediante la exhibición de imágenes con alta carga de sensualidad, cuerpos femeninos esbeltos, convertidos en adornos pornográficos, en un objeto “al servicio de...”, o mamás-esposas siempre alegres y disponibles para el cuidado ajeno y las tareas domésticas, la publicidad instaura un régimen de verdad desde una lógica conservadora, heteronormativa, desigualadora, anulando la diversidad de problemáticas humanas, sus conflictiva y sus riquezas.

¡Veamos ejemplos!

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