17.3.11

EL CUERPO >>

En la actual sociedad de consumo, existen unas prácticas discursivas muy ligadas a la estimulación de la belleza física y al consumo como fines en sí mismos. El poder opera a través del discurso publicitario ya no sólo para crear, vigilar, y normalizar una masa de trabajadores, sino para introducir y disciplinar consumidores.

Adoptando este lineamiento, el cuerpo actualmente se vuelve ya no un “envoltorio”, sino que se erige como un protagonista de las sociedades modernas, una expresión y emblema de libertad, identidad, belleza, salud, prestigio, perfección, etc. El físico pasa a ser una valiosa materia manipulable para la persona que lo encarna. Igualmente, “La ‘subjetividad’ del ‘sujeto’, o sea su carácter de tal y todo aquello que esa subjetividad le permite lograr, está abocada plenamente a la interminable tarea de ser y seguir siendo un artículo vendible. La característica más prominente de la sociedad de consumidores -por cuidadosamente que haya sido escondida o encubierta- es su capacidad de transformar a los consumidores en productos consumibles… ” (Bauman 2007: 26).

Bajo esta lógica, el cuerpo adviene a ser tomado más allá de instituciones disciplinadoras como la cárcel o la escuela, ahora se ha ido implantando como un claro objeto de consumo presente en la cotidianidad.

FUENTE: http://polis.revues.org/1417#tocto1n3

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